Las Sociedades de Criadores de razas puras suelen llevar de forma rutinaria un exhaustivo registro genealógico contrastado con análisis de ADN y control de rendimientos, especialmente en lo concerniente a toros de inseminación artificial y venta de reproductores. En cualquier caso, las posibilidades de fraude existen.
En el último año se ha venido gestando en el Reino Unido una situación que, en los últimos tiempos, está adquiriendo una dimensión verdaderamente trágica para muchos ganaderos. Recientemente, la gestión del Libro Genealógico del Limusin y los controles que efectúa la Sociedad de criadores del Reino Unido han sido puestos en entredicho después de que el Servicio Británico de Movimientos de Ganado (BCMS por sus siglas en inglés) y varias oficinas de consumo regionales hayan abierto una investigación por un posible fraude en la carta genealógica del toro Ballinloan Jaegerbomb.
Con miles de dosis vendidas, un precio superior a las 50 libras por dosis y royalties de inscripción en el Libro Genealógico, Jaegerbomb era posiblemente el toro limusin más empleado en inseminación artificial en la actualidad. La investigación abierta ha dejado en shock a todos los ganaderos de limusin puesto que mientras que en la ganadería de origen del toro se han bloqueado todos los movimientos de ganado, las medidas cautelares implican también la retirada del pasaporte (imposibilidad de venta de animales para reproducción) de cualquier otro animal relacionado con él en cualquier ganadería del país, lo que está ocasionando importantes pérdidas económicas a todos los ganaderos de limusin. “Ahora mismo, nuestro futuro con el limusin está devastado. No parece haber luz al final del túnel” indica un ganadero que ha visto como una parte importante de su ganadería ha quedado también bloqueada.
La Sociedad de Criadores de Limusin, por el momento, guarda silencio hasta que la investigación oficial llegue a término, si bien el Servicio Británico de Movimientos de Ganado ha “recomendado” la retirada del estatus de animal de raza pura a más de 62 reproductores relacionados con el toro en cuestión, a falta de concluir la investigación. Las primeras dudas sobre el Pedigree de Jaegerbomb surgieron el año pasado y fueron resueltas por la propia Sociedad de Criadores. No obstante, la aparición de nuevas dudas sobre la filiación del semental ha obligado a intervenir al Servicio Británico de Movimientos de Ganado, órgano del Departamento de Agricultura encargado del registro y trazabilidad de movimientos ganado a efectos de pago de ayudas PAC, así como del mantenimiento de las bases de datos británica (equivalente al SITRAN español) y a numerosas organizaciones de defensa de los consumidores ante lo que éstas consideran que podría ser un fraude no solo a efectos administrativos, sino también a los consumidores.
El eco mediatico de la noticia ha sido tal que numerosas publicaciones especializadas en Europa están atentas al desenlace del caso y muchas sociedades de criadores y ganaderos particulares se plantean qué podría pasar si un caso semejante se diera en su país. España tampoco ha sido ajena a esta cuestión y en los últimos tiempos hemos recibido consultas sobre las posibilidades de que algo similar a lo que ha ocurrido con el Limusin en el Reino Unido pueda ocurrir con el Fleckvieh en España.
¿Podría darse una situación similar en la raza Fleckvieh en España?
Para determinar con mayor exactitud los riesgos de fraude en la población española de la raza Fleckvieh resulta necesario analizar varios factores: en primer lugar los antecedentes de la Gestión del Libro Genealógico, en segundo lugar los protocolos de registro y en tercer lugar el nivel de control interno del Libro Genealógico.
Antecedentes de Gestión del Libro Genealógico: Cuando hablamos de cartas genealógicas hay que ser realistas y considerar que, a falta de certificados de filiación emitidos por laboratorios independientes, cualquier documento genealógico es tan fiable como la organización que los emite. Y desafortunadamente, en el caso del Fleckvieh español, esto no es decir mucho. Tal y como lo demuestra el cruce de información procedente de diversas bases de datos del Ministerio (ARCA y SITRAN), la Asociación Nacional ha mantenido un nivel de censos artificialmente alto, censos que se han usado como base para el cálculo y concesión de subvenciones públicas a la Asociación y que han sido manipulados a la baja de forma muy grosera en 2017 después de que esta situación saliera a la luz en el portal agroinformación.com unos meses antes. Si bien estos hechos son de extrema gravedad per se, en lo estrictamente relativo a las cartas genealógicas existe constancia de la emisión de Cartas con genealogías diferentes para un mismo animal, sin que éste vaya acompañado de análisis genéticos que permitan identificar a sus compradores la genealogía correcta.
Protocolos de Registro: Aquí la responsabilidad no solo atañe a la Asociación, sino que implica a sus ganaderos de forma muy significativa. Según la Reglamentación Específica del Libro Genealógico, en ganaderías que usen la monta natural, queda completamente a juicio del Director Técnico (!!!) determinar si los partes de cubriciones ofrecen garantías de veracidad o no. Es decir, no hay un criterio basado en gestión de riesgos o certezas técnicas o científicas aplicable a todos por igual, sino que la inscripción o control de filiación quedan sometido a la más completa arbitrariedad. Igualmente, en caso de que se use inseminación artificial, basta remitir una pajuela vacía para acreditar la inseminación sin que, por regla general, se efectúe ninguna otra comprobación ulterior. Este proceder y la falta de control real a nivel de explotación abren la puerta a todo tipo de fraude.
Nivel de Control Interno: Según la Reglamentación del Libro Genealógico, los controles se realizarán a través de análisis de marcadores genéticos siguiendo un muestreo aleatorio que, nuevamente, queda a juicio del Director Técnico (!!!) en los casos de animales que no ofrezcan garantías de filiación. Es decir, ante indicios de fraude no se realiza un control exhaustivo y sistemático para determinar la situación real de una ganadería, sino uno aleatorio cuya ejecución dependerá del criterio arbitrario del Director Técnico. Criterio en el que influyen, de forma más que notable, intereses particulares en lugar de criterios técnicos. Por otro lado, la Asociación no realiza identificación en campo de reproductores inscritos en el Libro Genealógico, por carecer de los técnicos de campo a los que se alega en su Programa de Mejora, y por tanto tampoco se comprueban sobre el terreno ninguno de los requisitos exigidos por la reglamentación. Así, a nivel nacional, la Asociación realizó la ridícula cifra de 41 controles de filiación en 2018 cuando solo en nuestra ganadería, por iniciativa propia y sin ningún tipo de subvención específica, se realizan controles a la totalidad de la producción de forma sistemática. Pero, más allá del control de filiación, el hecho de no realizar controles de campo implica la inscripción automática de animales con defectos o baja calidad racial, que pasan al mercado degradando la raza pero con toda la documentación correspondiente emitida por la Asociación.
A tenor de los elementos expuestos, en el ámbito del registro de animales de raza Fleckvieh en España nos encontramos en un terreno abonado para las prácticas de fraude. Por un lado, el hecho de que un animal disponga de documentación genealógica emitida por la Asociación no es garantía de calidad racial del mismo y por otro, dicha documentación carece del nivel mínimo de fiabilidad exigible para un ente encargado de la Gestión del Libro Genealógico puesto que, a falta de análisis de ADN, no acredita de fehacientemente la filiación real pues se basa en declaraciones de ganaderos sobre las que no se ejerce control ni supervisión en campo. De esta forma, lo que muchos ganaderos suponen que es una “garantía de calidad” queda devaluado al nivel de papel mojado.
La inversión en reproductores de raza pura es lo suficientemente importante como para tomar ciertas precauciones. Desconfíe de quien (tras el pago) no le entregue la documentación genealógica de sus animales o le remita a terceros para ello y, por supuesto, desconfíe de Cartas Genealógicas que no vayan acompañadas de certificados de filiación emitidos por laboratorios independientes. Las técnicas actuales de análisis genético y molecular están al alcance de cualquiera, se basan en estándares internacionales y son extremadamente fiables. Con estas herramientas, la opacidad no es ya el mandato imperativo de una oscura asociación sino una elección personal de cada ganadero, en especial para aquellos que presumen de llevar décadas trabajando con el Fleckvieh, raza a la que han arrastrado injustamente a la irrelevancia en la cabaña ganadera española a causa de su indolencia, conformismo y permisividad con una gestión atroz del Libro Genealógico.
En nuestra ganadería, para ofrecer mayores garantías a nuestros clientes, todos nuestros animales se ofrecen con una carta genealógica emitida por un organismo de reconocido prestigio internacional, con un análisis de filiación genética para acreditar la veracidad de lo expuesto en la Carta y con un análisis de identificación, que permitirá contrastar los análisis en otros laboratorios a gusto y cuenta del cliente o realizar controles a su descendencia.
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