Al contrario que ha ocurrido con los censos, la financiación pública que ha recibido esta entidad no ha hecho más que aumentar con el tiempo. Si se cuenta únicamente las cantidades percibidas desde 2007, el montante total de las subvenciones directas recibidas por la entidad gestora supera los 400.000 € (cuatrocientos mil euros). Todo ello sin contar otras subvenciones indirectas derivadas de la participación en ferias y subastas y otros programas financiados con partidas diferentes así como las ventajas fiscales a las que tienen acceso por estar catalogada como entidad sin ánimo de lucro.
En los últimos años, la política del Ministerio de Agricultura en lo relativo a las subvenciones destinadas a actividades de gestión del Libro Genealógico y Programas de Mejora de Razas Puras ha sido la de establecer una serie de baremos en función de los cuales se van desbloqueando tramos de ayuda. Así, existe una cuantía unitaria básica de ayuda que se otorga únicamente por el hecho de estar reconocido (20.000 € para razas no autóctonas). Aparte del anterior, se concede una cuantía complementaria (hasta un límite de 50.000€ para razas no autóctonas) que financiaría el funcionamiento del libro genealógico (cuantía calculada en función de la variación del censo de animales inscritos, distribución por CC.AA., nº análisis de marcadores genéticos y filiación) y grado de desarrollo del programa de mejora (animales valorados genéticamente, variación del nº explotaciones colaboradoras y difusión de las valoraciones genéticas). En la práctica, este sistema de financiación ha tenido como resultado una mayor uniformización de las cuantías a percibir por raza (salvo el caso de razas autóctonas que tienen acceso a más tramos de subvención).
Esto ha provocado una disminución de las subvenciones percibidas por algunas entidades que tienen inscritos un elevado número de animales en sus Libros Genealógicos, ya que se atiende más a las variaciones censales que a los números absolutos. Como suele pasar en estos casos, en el grupo de razas integradas, entidades que estaban realizando buenos trabajos (y grandes inversiones) en la gestión y mejora de sus respectivas razas han visto disminuidas sus subvenciones para poder beneficiar al resto de razas. Y con este cambio de filosofía, la entidad gestora de la raza Fleckvieh (que no la raza) ha sido una de las más beneficiadas. Así, considerando cada reproductora inscrita (datos ARCA), la raza Fleckvieh estaría recibiendo una financiación igual a la de las razas Frisona, Limusina y Blonda juntas en los últimos años (Figura 4).
En la gráfica se representa el ratio entre euros recibidos a través de la subvención y hembra reproductora, pues estimamos que es este parámetro (la existencia de una hembra reproductora) el que motiva realmente las actuaciones de las entidades de gestión de libros genealógicos y justifica los costes asociados a dicha gestión (inscripción de nacimientos, emisión de cartas de los terneros, evaluaciones de rendimientos, etc.). Para el cálculo de la raza charolesa se han tenido en cuenta las cantidades percibidas por las dos asociaciones reconocidas. En términos absolutos, la raza Frisona es la que ha perdido una mayor cuantía de subvención (86%) si bien su elevadísimo censo hace que las diferencias en la evolución del ratio estudiado no sean tan apreciables.
Para el resto de razas (Blonda, Charolés y Limusín), la subvención recibida por reproductora se ha reducido significativamente con respecto a los valores de 2011. Esto hace que, en general, las entidades tengan que adaptarse a funcionar con menos recursos públicos y que, si se desea mantener el nivel de calidad en los Programas de Mejora, sean los ganaderos los que aporten una parte importante de la financiación de los mismos a través de sus cuotas. No obstante, la raza Fleckvieh presenta la tendencia opuesta, aumentando la financiación por reproductora progresivamente hasta superar a todas las razas estudiadas en los dos últimos ejercicios.
Dicha diferencia se amplia de forma abrumadora si se estudia el ratio entre euros recibidos a través de la subvención y número de controles de rendimiento. Como puede observarse en la gráfica, para el año 2015, la Asociación de Fleckvieh vendría recibiendo unos 320 € por control de rendimiento, frente a los 47 € del Charolés, 12 € del Blonda y 6 € del Limousín. No obstante, más allá de ratios comparativos, aparece una duda fundamental sobre la entidad gestora del Libro Genealógico: Si no existen controladores de campo, si apenas se realizan testajes, si el número de animales en control de rendimiento cárnico es ridículo y los censos no hacen más que descender, ¿a qué se han dedicado los más de 400.000 € de fondos públicos que ha recibido esta entidad desde 2007?
Si se analiza la contabilidad de la entidad gestora del Libro Genalógico de la raza Fleckvieh puede apreciarse que, desde enero 2014 a enero 2015, la cuantía percibida a través de las cuotas de sus socios no superó el 7% de los ingresos totales de la entidad. Y esto lleva a dos conclusiones muy importantes: 1ª La entidad y particularmente sus socios se han acostumbrado a “funcionar” exclusivamente con fondos públicos y no tienen interés en aportar fondos propios para el desarrollo y gestión de los planes de Mejora que habrían de aplicarse a sus propias ganaderías (y así se ha manifestado en Asambleas Generales). 2ª Es el conjunto de los españoles quien está sosteniendo la actividad de esta entidad de forma casi exclusiva sin que, a nivel de población se observe ningún progreso palpable. Más bien todo lo contrario. Y esto último nos lleva a una segunda cuestión importante ¿Cual es el papel que está jugando la Administración Pública en el control de la actividad de esta Entidad?
Este último punto resulta especialmente peligroso, sobre todo en un Estado con un nivel de deuda superior al 100% del PIB en el que se dibuja un horizonte en el que está en peligro el sistema de pensiones, con incrementos de todo tipo de impuestos, edades de jubilación y recortes de prestaciones sociales básicas. Si sus propios socios no desean hacerlo, ¿Por qué el conjunto de todos los españoles habrían de seguir sosteniendo económicamente a esta entidad?
El apoyo económico a las razas puras por parte de organismos oficiales es necesario y fundamental, pero no puede ofrecerse de forma incondicional. La sociedad y los organismos públicos deben exigir firmemente resultados económicos (o ambientales) reales y, por supuesto, el cumplimiento íntegro de la legislación vigente a las Asociaciones. Con los fondos públicos y privados invertidos deben exigirse progresos verídicos y fehacientemente comprobables en los programas de mejora y si estos no se dan, se debe dejar de financiar esos programas. Los medios para la extinción y el reconocimiento de nuevas entidades gestoras deben agilizarse, de lo contrario… los resultados los estamos pagando ya entre todos.
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