Al igual que ocurre en España, en el Reino Unido existe una gran masa de ganaderos que depende exclusivamente del Pago Básico y las ayudas de la PAC para mantener su negocio. Según los últimos estudios publicados en el Reino Unido, una ganadería media de vaca nodriza registra unas pérdidas de más de 300 libras por cabeza cuando se tienen en cuenta todos los costes. Así, la producción media por cabeza supera las 1000 libras, pero los costes variables supondrían unas 485 libras y los costes fijos (incluyendo mano de obra remunerada y familiar) 851 libras.
Según Simon Harper, especialista en producción animal de la Universidad Harper Adams, esta situación no es sostenible y los ganaderos deben centrarse en mejorar su eficiencia técnica si quieren que el Pago Básico sea realmente lo que es: un complemento a su renta en lugar del instrumento esencial que les permite seguir en el negocio. Este punto adquiere mayor relevancia aún ante la situación que se abre con el Brexit, en la que no está nada clara la política de apoyo al sector agrícola que seguirá el Reino Unido en un futuro cercano, si es que no se opta por una liberalización total. No obstante, con los niveles de precios actuales y una buena planificación pueden obtenerse beneficios netos de la producción de terneros. La principal herramienta para alcanzar esa eficiencia técnica no es la inversión en maquinaria (que se deprecia y genera más gastos asociados) sino la inversión en genética, pues ésta proporciona siempre un retorno asegurado.
Con esto en mente, la Universidad Harper Adams ha enviado a sus investigadores a realizar un seguimiento de las ganaderías de vaca nodriza más productivas y eficientes del Reino Unido, a fin de identificar qué sistemas de manejo podrían extrapolarse al conjunto de ganaderías británicas para aumentar su productividad. Entre ellas, destaca la de Ian Willison en Nottinghamshire. Ian es propietario de una ganadería de 75 nodrizas cruzadas British Blue X Simmental y de una finca de 36 ha de pastos permanentes y 8 ha dedicadas al cultivo de maíz para ensilaje en un sistema de manejo que, para los estándares españoles, podría calificarse de semi-intensivo.
Elección de la raza y registro de datos
El cruce de Simmental y British Blue en nodriza proporciona un alto vigor híbrido, manteniendo un buen balance entre caracteres maternales y terminales. El vigor híbrido es un elemento muy deseable en la vaca nodriza pues permite potenciar caracteres con una baja heredabilidad como son la fertilidad y los relativos a la sanidad. En este cruce, la raza Simmental proporciona crecimiento, estructura ósea y leche mientras que el azul inglés proporciona una buena conformación, permitiendo alcanzar en la nodriza un interesante balance entre caracteres terminales y maternales. Aunque en un futuro puede ser necesario introducir una tercera raza para mantener el vigor híbrido en las nodrizas, actualmente se están usando sementales de raza Simmental de orientación terminal, prestando especial atención a caracteres relacionados con el crecimiento y facilidad de parto, pues toda la producción va destinada a matadero.
En la explotación se hace un registro de datos independiente para las nodrizas y para los terneros, con un énfasis especial en la evaluación de la descendencia de los toros empleados. Así, se hace una primera selección de toros en función de sus valores estimados de cría y después éstos se contrastan con los valores reales obtenidos de su progenie. Esto permite identificar si la expresión de los caracteres es la deseada y realizar sustituciones de sementales lo antes posible en caso de que no sea así.
Manejo reproductivo
El manejo reproductivo de la explotación está enfocado a conseguir un ternero por vaca y año. Según los registros, Willison está muy cerca de conseguir su objetivo: con una media de 99 terneros por cada 100 vacas en un periodo de partos que tiene una duración de 11 semanas y media, se encuentra muy por encima de la media británica. Estos números se consiguen poniendo una especial atención a varios factores que, en su conjunto, tienen una gran influencia sobre el manejo reproductivo:
Alimentación y Condición Corporal: Según Willison, el periodo fértil de las vacas comienza ocho semanas después del parto, siendo la condición corporal de la vaca (+ 2.5) y la nutrición durante este periodo fundamentales para asegurar la concepción durante la lactación. Para asegurar esto, en un primer momento se crean grupos de nodrizas recién paridas que se envían a cercas con pasto natural de calidad, con una densidad de aproximadamente dos vacas por hectárea. A la etapa de pastoreo libre le sigue una estabulación que tiene como objetivo preparar los animales para la inseminación. Diez días antes de la estabulación comienza la alimentación basada en silo de hierba de la propia explotacion, pasando de los 10 a los 25 kg por cabeza durante ese periodo. Una vez en el establo, la alimentación se basa en una mezcla de silo de hierba y silo de maíz ad libitum, con un consumo medio de 45 kg por cabeza y día. El objetivo de este manejo asegurar que las vacas comienzan a ciclar y presentan celos fuertes mientras se reduce el estrés derivado de la estabulación. La inclusión de correctores minerales resulta fundamental en esta dieta y para ello se utilizan bolos ruminales de liberación lenta (dos por vaca y año), tras determinar previo análisis de sangre los niveles de selenio y cobre.
Inseminación Artificial: Una vez que las vacas comienzan a ciclar, se observa el estro al menos tres veces al día, inseminando doce horas más tarde. Durante seis semanas, las vacas se cubren por inseminación artificial y después se usa un toro durante cuatro semanas más. Toda vaca que no quede preñada durante ese tiempo se sacrifica. Para el reemplazo se utiliza únicamente inseminación artificial durante seis semanas y si no quedan preñadas se descartan. Con este procedimiento se obtiene un 70% de preñez en novillas y un 75% en vacas en la segunda inseminación. Normalmente resulta más fácil preñar las novillas, mientras que el grupo más complicado son las vacas de primer parto: "estos animales están criando y todavía están creciendo, por lo que necesitan más ayuda. Además es una experiencia nueva para ellas y les cuesta más adaptarse". En la ganadería no se usa inseminación a tiempo fijo.
Selección de toros: La inseminación artificial permite usar la genética más adaptada a su sistema por una fracción del coste real de mantener un toro. Willison pone un énfasis especial en la necesidad de elegir toros de calidad: "El mayor coste es el que tú elijas gastar en genética. Si no estás preparado para elegir y pagar por un toro de calidad para tu explotación no tiene sentido seguir". Puesto que el reemplazo de la explotación se sitúa en torno al 20%, Willison estima que los toros a emplear deben tener un balance importante entre caracteres maternales y terminales. Por otro lado, la utilización de inseminación artificial permite cambiar rápidamente de toros e incluso de raza en función de la evolución del mercado, concentrando el periodo de partos en la época deseada. Sobre la compra de sementales en otras ganaderías, Willison afirma: "Solo sacarás lo que inviertas, por lo que hay que usar la mejor genética que te puedas permitir. Sugeriría usar toros de alta calidad de un criador fiable, que tenga registros de datos, de rendimiento y evaluaciones genéticas". Como puede observarse, en sistemas de producción real, la documentación genealógicas pasan a un segundo plano en favor de los registros de rendimientos.
Simon Marsh, especialista en producción de carne de la Universidad Harper Adams que está controlando los rendimientos de la granja indica: "La ganadería ofrece una rara combinación de descendencia con parto fácil mientras se mantienen unos magníficos caracteres terminales. Sus terneros tienen buena longitud, sin perder anchura ni músculo. El valor de la producción en matadero y la capacidad productiva de sus hijas rentabilizan de sobra la inversión en genética de calidad. Por otro lado, la inseminación artificial permite cambiar de raza en cualquier momento, dando flexibilidad para responder a las demandas del mercado".
El ejemplo de la ganadería de Willison está poniendo en valor las capacidades de la raza Simmental en el Reino Unido, demostrando su capacidad de producción y sus buenas aptitudes maternales.
Fotos Cortesía de Farmers Weekly.
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